Van a sorprenderse, porque los usamos sin saberlo.
Muchos refranes han nacido de esta obra: "No menciones la soga en casa del ahorcado", "Quien canta, sus males espanta", ""A buen hambre no hay pan duro", "Tanto va el cántaro a la fuente que, al fin, se rompe", "Nunca segundas partes fueron buenas", ""A otro perro con ese hueso","Dime con quién andas y te diré quién eres", "El buey solo bien se lame", "Del dicho al hecho hay mucho trecho", "Toda regla tiene su excepción", "Donde menos se piensa, salta la liebre", "No es oro todo lo que reluce", "A Dios rogando y con el mazo dando", "De noche todos los gatos son pardos" y muchos más. Algunos son originales de los personajes y otros tomados del lenguaje popular de la época. Esto demuestra que Cervantes "no se sentó a escribir un clásico", simplemente escribió para la gente. Y así nació el mayor de los clásicos, sin que Don Miguel lo soñara.
Muchos refranes han nacido de esta obra: "No menciones la soga en casa del ahorcado", "Quien canta, sus males espanta", ""A buen hambre no hay pan duro", "Tanto va el cántaro a la fuente que, al fin, se rompe", "Nunca segundas partes fueron buenas", ""A otro perro con ese hueso","Dime con quién andas y te diré quién eres", "El buey solo bien se lame", "Del dicho al hecho hay mucho trecho", "Toda regla tiene su excepción", "Donde menos se piensa, salta la liebre", "No es oro todo lo que reluce", "A Dios rogando y con el mazo dando", "De noche todos los gatos son pardos" y muchos más. Algunos son originales de los personajes y otros tomados del lenguaje popular de la época. Esto demuestra que Cervantes "no se sentó a escribir un clásico", simplemente escribió para la gente. Y así nació el mayor de los clásicos, sin que Don Miguel lo soñara.
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