"Amplia sonrisa, caderas anchas... una madre excelente para mis hijos", pensó. La saludó; ella respondió y retomó su lectura: culta, moderna.
Él se puso de mal humor: era muy conservador. ¿Por qué respondía a su saludo? Ni siquiera lo conocía.
Dudó. Ella bajó.
Se sintió divorciado: "¿Y los niños, con quién van a quedarse?"
ANDREA BOCCONI
Fuente:Ciudad Seva
6 comentarios:
Me parece un microrelato excelente. Felicitaciones.
Cuenta tanto en tan pocas palabras...cuánta capacidad la de esta escritora, que como vos, Julie, son capaces de relatar cosas como éstas!
Gracias por tu visita.Un abrazo.Elsa
BUENO...EN MI BLOG TIENES OTRO PREMIO...FELIZ DIA AMIGA...GRACIAS POR SER QUIEN ERES Y POR LO QUE TRASMITES. UN BESO
Gracias Marianella, qué lindo gesto!
Cumpliré con las condiciones para homenajear a tantos amigos que, con sus comentarios y presencia, nos alientan a seguir...
Feliz día también para vos...Un gran abrazo.
Hola Elsa. Este cuento lo tengo en mi blog. Es interesante ver las tonterías que podemos hacer y las bellas oportunidades que perdemos por nuestra manera de pensar...
A veces tanta imaginación distorsiona la realidad, nos priva de conocer al otro, nos inmoviliza...hermoso cuento.
Gracias Mariana por acompañarme.
Elsa
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