Entre muchísimas otras reliquias, Europa también tiene árboles.
Algunos vieron, bajo su sombra, pasar la historia; a otros, la leyenda popular llegó a atribuirles méritos que la investigación desmiente, pero que aún así forman parte ya de la cultura de esos países.
Como el espléndido sicomoro bajo el cual enseñó Hipócrates en el siglo V antes de Cristo, (aunque, según algunos estudios, no puede tener más de quinientos años).

Mientras que otro roble milenario, en Normandía, del otro lado del canal de la Mancha, tiene el orgullo de ser el más viejo de su especie en toda Francia.Este roble de Allouville-Bellefosse, tiene 1200 años y aloja en su tronco dos capillas. Es el roble más viejo de Francia y tiene 16 metros de circunferencia.
Son innumerables los viejos árboles, prestigiados por la historia o por la leyenda, en los que el Viejo Mundo rinde culto a la naturaleza.
También en Francia, en el bosque de Marchaux, un haya histórico volverá pronto a la vida gracias a las yemas obtenidas del espléndido ejemplar de 39 metros de altura, antes de que éste finalmente cayera.
Hyperion, el árbol más alto del mundo, es una secuoya impresionante, que fue descubierta en el Parque nacional Redwood junto a otros dos árboles casi de la misma altura. Este ejemplar, descubierto en 2006, en California, mide 115 metros.Para confirmar esta altura un científico escalador llegó hasta su cumbre. (Para hacernos una idea de su tamaño, es 21 metros más alto que la Estatua de La Libertad).
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