Tan importante es la necesidad de hacer cuentas y cálculos con rapidez, que la aritmética fue mecanizada tan pronto como la gente descubrió la manera de hacerlo.
Hasta el siglo XVIII lo único que tenía la gente como ayuda para calcular eran el ábaco y algunas tablas simples de cantidades matemáticas, como fracciones, por ejemplo. Estas tablas les ahorraban a los matemáticos el trabajo de repetir laboriosos cálculos, y el ábaco -un instrumento extremadamente efectivo y rápido-, se encontraba en todos los establecimientos comerciales. En aquellos lugares donde tradicionalmente se ha utilizado el ábaco, ha sido lentamente desplazado por la calculadora de bolsillo en el siglo XX.
La primera calculadora de ruedas dentadas fue construida en 1642 por el científico, filósofo y místico francés Blaise Pascal para ayudar a su padre en su trabajo como recolector de impuestos. Esta máquina solo podía sumar y restar.Trabajó en ella por tres años.
Conocida como la Pascalina, esta calculadora utilizaba ruedas dentadas que el usuario rotaba con un estilete para sumar números. Estos se veían en cilindros, a través de orificios por encima de las ruedas. Cuando el giro de un cilindro superaba la posición del 9, su rueda vecina de la izquierda giraba una posición.
Fuente:Clarín
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