Los científicos españoles se refieren a los mismos con el nombre de “osos marinos”, pero en cambio los suramericanos prefieren designarlos de forma general como “lobos marinos” ya que su pelo y cabeza recuerdan mucho a la de estos cánidos. Sucede que en el litoral americano crían diferentes tipos de lobos, por lo que para el caso especial de la especie antártica los argentinos usan la denominación de “lobo marino de dos pelos”, en cambio los chilenos gustan más del apelativo de “lobo fino antártico”. El carajal de nombres es aun mayor ya que por consecuencia de la influencia mundial anglófona muchas guías o mapas en español se refieren a los mismos como “leones marinos” e incluso existen personas que utilizan el apodo histórico de “focas peleteras”.
Un lío interesante sin duda, pero lo más importante es no caer en la trampa de agruparlas en la familia Phocidae o focas verdaderas (foca de Weddel, foca cangrejera..), a grandes rasgos se diferencian en que los fócidos son generalmente más grandes, se arrastran por el suelo y no tienen orejas (escuchan a través de un pequeño canal auditivo) mientras que los lobos (familia de los Otáridos) caminan erguidos doblando las aletas delanteras y tienen orejas.Uno de los hechos más curiosos relacionados con estos lobos, es que los turistas se suelen aproximan a ellos con excesiva confianza y en ocasiones, quizás confundidos con su perruno aspecto, extienden la mano para acariciarlos, llevándose para casa un recuerdo en forma de doloroso y profundo mordisco. De hecho, la mayoría de accidentados por ataques de fauna antártica están relacionados con este dulce “osito”.Esta agresividad innata está asociada a la defensa de sus colonias y de hecho no es extraño que reaccionen con fiereza “leonina” ante el hombre, ya que durante siglos los perseguimos con el fin de arrebatarles sus preciadas pieles. El desprecio a sus vidas fue tal, que en el lenguaje coloquial pasaron a ser conocidas con el comercial nombre de “focas peleteras”.
Vía:Crónicas desde la Antártida
Vía:Crónicas desde la Antártida
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